Charlotte Lee, nieta de la fundadora, está perpleja. Atemorizada cuando se entera de que estos hechos no son sino parte de un ominoso plan de chantaje. En ese momento acude en su ayuda Jonathan, viejo amor de la infancia y experto en informática. Precisamente a través de la red se está revelando el chantajista. Jonathan y Charlotte comienzan, a través del ciberespacio, la caza del misterioso y despiadado criminal. Al tiempo resurgen, imparables, los recuerdos de un pasado de amor y ternura. Un pasado en el que también está presente la saga de dos mujeres, las antepasadas de Charlotte, tan enérgicas como desdichadas en el amor.

La ciencia viene, la sabiduría se queda.
Alfred Tennyson