"El autor nos hace creer que un extraño personaje llamado conde Alessandro di Caltagirone -quizá sabio, estafador o visionario. le entrega un manuscrito en latín que contiene la autobiografía de Tiberio. Por tanto, esta novela sería la traducción de unas memorias del que se considera a sí mismo no el emperador famoso por la crueldad que Tácito retrataba, ni, como Plinio dijo, "el más triste de los hombres", sino el más ilustre y desdichado gobernante de Roma que, en su retiro en Rodas, se dedica al estudio de la filosofía y las matemáticas y a descifrar el significado de su propia vida: la de un hombre con el orgullo de los Claudios, obligado en sus decisiones más por el peso del deber que por su ansia de poder."

Ya en la primera página aparece una frase ("Yo saboreo el lenguaje que es preciso, duro y cruel") que me subyugó. A lo largo de la obra encontré otras frases que me hicieron pensar que ésta era una novela hermosa, que podría descubrirme profundidades humanas. el gusto por la vida, la asunción de responsabilidades, como lo hizo Memorias de Adriano, pero no ha sido así: Tiberio, lejos de lo que se indica en la sinopsis, terminó por parecerme un pobre hombre que lucha por no perder la fe en la bondad humana, pero como ve esa fe defraudada constantemente, se refugia en el deber y se aísla de todo. Su única conexión con la realidad también acaba por traicionarle y el resultado es una vida llena de intrigas, pero triste y deesperanzada. Además, por tratarse de una obra corta y haber olvidado yo la mayoría de las cosas que aprendí en mis clases de historia, me han faltado páginas para comprender bien las circunstancias políticas; algunos nombres me sonaban mucho pero no he sabido situarlos en el marco histórico; y quizá no era relevante para lo que se cuenta, pero me hubiera gustado un poco más de Historia con mayúscula, saber que no todo fueron calumnias y muertes en torno a Tiberio. ¡Hasta sus victorias militares se mencionan de forma vaga, aunque le supusieran un triunfo!

Tal vez le he puesto una puntuación demasiado baja, pero es que no ha llegado a absorberme y enamorarme tanto como yo esperaba al principio. Eso sí, tengo que repasar mis libros de historia y aclararme con las diversas sucesiones de emperadores, que como la mayoría de los varones de una familia tenían nombres parecidos, me hago líos con padres, hijos, hermanos, adopciones y similares :P Y a Tiberio le doy ocasión de encontrar a alguien que pueda sintonizar con él mejor que yo...

WILD RELEASE NOTES:

El día 23 de abril es el Día del Libro así que pienso celebrarlo soltando unos cuantos libros por el centro, comenzando por Puerta de Jerez (que es donde me deja el metro :P). ¿La hora? Sobre las cinco de la tarde. ¡Suerte con la caza!

En caso de que llueva, procuraré ir dejándolos bajo techo (la parada del metro, el bar donde me meta a tomar café, etc).