"'¡Me has matado, zorra! ¡Serás mamona!'.
Estar muerto es un asco. Igual que estar no muerto. Y, si no, que se lo pregunten a Thomas Flood, que, al despertarse tras la noche más fantástica de su vida, descubre que su novia, Jody, es un vampiro. Y, ¡sorpresa!, ahora él también lo es. Lo del mordisco habría hecho romper a muchas parejas, pero Tommy y Jody están enamorados. Lo malo es que corre el rumor que el chupasangres que mordió a Jody no debía reclutar más miembros para el club. Y lo que es peor: los antiguos compañeros de bolos de Tommy andan tras él, enviados por una prostituta de Las Vegas teñida de azul a la que llaman Blue (cómo no). Y esa sí que es una mamona.
Christopher Moore, que convirtió las Navidades en un hilarante baile de zombies y ángeles en El ángel más tonto del mundo e iluminó con su vis cómica ese país ignoto que es la muerte en Un trabajo muy sucio, regresa ahora con una historia de amor vampírico que rompe moldes."

De este autor había leído La comedia del diablo que ni siquiera me pareció divertido, pero no me desagradó, así que cuando vi esta edición de bolsillo decidí darme el capricho y me lo llevé a casa (suelo comprar de saldo, así que adquirir libros por su precio siempre es un regalo que me hago). Confieso que se trata de un libro divertido, porque las reacciones de personas normales ante situaciones propias de las películas de vampiros son pragmáticas en tanto que los góticos y flipados sobreactúan y se crean unos contrastes en absoluto aburridos, pero de ahí a considerarlo hilarante va un mundo. Para más inri, aunque el diario de Abby Normal es lo más risible de la historia, llega a exagerarse un poco con la postura ante la vida de esta emo de tres al cuarto: los adolescentes que se retratan aquí están llevados al extremo de una forma demasiado vejatoria para los pobres chiquillos (con independencia del giro final que la propia Abby desencadena).

Lo cierto es que me ha gustado, me lo he leído en un par de tardes porque es una prosa coloquial y muy ágil, con puntos divertidos, y por tanto es muy amena, pero no quiero conservarla, así que ¡a la calle con ella!

WILD RELEASE NOTES:

El día 23 de abril es el Día del Libro así que pienso celebrarlo soltando unos cuantos libros por el centro, comenzando por Puerta de Jerez (que es donde me deja el metro :P). ¿La hora? Sobre las cinco de la tarde. ¡Suerte con la caza!

En caso de que llueva, procuraré ir dejándolos bajo techo (la parada del metro, el bar donde me meta a tomar café, etc).

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